Por todos es bien sabido que tras los meses de verano se dispara el número de separaciones matrimoniales. Según los expertos, las rupturas se producen por el excesivo tiempo que comparten las parejas durante las vacaciones, una situación que durante el invierno la rutina laboral y el ajetreo diario se encargan de camuflar. En verano, la convivencia les hace darse cuenta de que son dos personas desconocidas que viven junta pero sin gustos ni necesidades en común, y es entonces cuando se produce el tan temido divorcio.

Si bien es cierto que las separaciones se han convertido en el “pan nuestro de cada día” no sólo en España sino en toda Europa –se producen un millón de rupturas al año, una cada treinta segundos… Los últimos datos publicados por el Instituto de Política Familiar (IPF) revelan que los españoles nos llevamos “la palma”: por cada diez nuevos matrimonios, se rompen siete. De esta manera, nuestro país acapara el 58% de las rupturas que se producen en la Europa de los 27. Una proporción tremendamente elevada, sin duda.

Este nivel de “fracaso familiar”, atribuible en gran medida a los efectos de leyes como el divorcio exprés que anima y acelera la ruptura, da como resultado millones de “impares” que se ven obligados a comenzar una nueva vida en solitario con nuevas amistades y con nuevos hábitos. Algo que no siempre resulta sencillo, máxime si tenemos en cuenta que las personas de su entorno tienen en la mayoría de los casos su vida ya organizada, lo que les hace sentir muchas veces desubicados y sin esperanza de reanudar una nueva historia amorosa.

Internet, un antídoto en alza

En medio de esta situación, Internet se alza como una fórmula cómoda para huir de la soledad y establecer nuevas amistades con las que retomar la vida social, una opción a la que ya recurren más de cuatro de cada diez divorciados en España (44%). Desentrenados de las “artes del cortejo” tras una larga relación, Internet se torna una opción relativamente sencilla para entablar ese primer contacto y buscar personas afines con las que congeniar, evitando las presiones o el malestar que supone desplazarse a los lugares de ocio tradicionales para ¿ligar?…

Todavía hay quien encuentra reparo en ello. Ciertamente, las ventajas que encuentran en el universo online no son pocas. En primer lugar, los “amigos” que entablan contacto en estas redes tienen un objetivo común: encontrar una pareja con la que divertirse. Sin duda, certeza con la que los divorciados no cuentan cuando se deciden a salir fuera de casa para conocer gente nueva. Por otro lado, no hay que pasar por alto el poder de la información.

La red es un medio que permite conocer bien a la persona con la que se ha establecido contacto antes de verla, sus inquietudes, sus aficiones, su forma de pensar, y aunque esta circunstancia no evita al 100% el sufrir decepciones, permite anticiparse y hacerse una idea del grado de compatibilidad con ella. Desde luego, un gran camino ya recorrido, máxime cuando se tiene ya una edad o una experiencia detrás no del todo satisfactoria.

Otra de las ventajas que encuentran los recién separados a la hora de acudir a la red para ampliar su círculo social es la posibilidad de “viajar” y conocer a personas de culturas totalmente diferentes a la suya. Una buena manera de evadirse de su entorno habitual para olvidar la mala experiencia del divorcio y abrir la mente. ¡Sí a la multiculturalidad!

Estos motivos, entre otros muchos, son los que en estos últimos años han convertido la búsqueda de pareja a través de Internet en un valor al alza, un antídoto contra la soledad y una vía para divertirse y soñar de nuevo, recuperando las ganas de ilusionarse y, quién sabe, si encontrar una nueva pareja con la que antes o después comprometerse.