Menopausia, una causa de divorcio que puede evitarse.
Los especialistas aseguran que uno de los principales factores que originan el divorcio entre los 40 y 50 años es la menopausia.

La menopausia, etapa en que la mujer deja de presentar su período menstrual, no sólo trae cambios hormonales y malestares físicos en al menos 20% de las mujeres, pues se ha detectado incluso que es una causa de divorcio por los trastornos en el estado de ánimo, cuenta Jaime Molinero en su artículo en el diario mexicano A.M..

Los cambios en el cuerpo de las mujeres que llegan a esta etapa de la vida son diversos y en diferentes intensidades, sin embargo, todas las que alcanzan la edad forzosamente cruzan por ella y los síntomas que padecen van desde mínimos hasta complicaciones más serias. Es el caso de un 20 y 30% que tienen síntomas médicos: bochornos, sudoración, palpitaciones, insomnio, depresión, dolor al orinar o al tener relaciones sexuales  y hasta enfermedades que pueden costarle la vida. En esta etapa puede aparecer también cáncer y osteoporosis de no tratarse de forma adecuada, según explica para A.M. Jesús Barrientos Patlán, especialista del área de Endocrinología de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) 48 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

La media de edad a la llegan a la menopausia las mujeres es a los 48 años en promedio, aunque según afirma el especialista un estilo de vida lejos del alcohol y el tabaco y con una dieta mayormente vegetariana permite aminorar el impacto de los malestares físicos como los bochornos.

El psiquiatra Salvador González explica en un artículo para la revista Sipse que, desafortunadamente, existe una falta de cultura en la mujer para atenderse antes de entrar al periodo menopáusico, lo que origina que muchas veces este problema se desencadene y haya una ruptura en las relaciones de pareja. Esto se debe, según el especialista a que algunas presentan en este periodo cuadros de crisis de depresión, ansiedad, bochornos, ocasionados por la disminución de estrógenos, lo que a su vez propicia que incluso no quieran tener relaciones sexuales, factor que separa al matrimonio. González indicó que es tal el malestar que llegan a sentir, que ni siquiera hablan de lo que tienen, y definitivamente eso acaba en un divorcio.

Salvador González señaló que esto se puede prevenir si la mujer a partir de los 40 años acude al médico y comienza con un tratamiento, que si bien en ocasiones no elimina del todo los síntomas, sí las ayuda a disminuir y mantener una vida estable. Los tratamientos son diversos y deben adecuarse a cada caso en particular, por lo que cada mujer en forma individual debe atenderse con su médico familiar y de requerirse canalizarse a un especialista para algún tratamiento con estrógenos, que no en todos los casos se aplica, por los efectos secundarios que pueden presentarse como cáncer de mama, trombosis venosa y enfermedades cerebro-vasculares.