10 consejos para un “divorcio sano”
Micki McWade describe en el diario Huffington Post una serie de consejos para mantener la cordura durante el divorcio, algo que considera un enorme reto personal. Sin embargo, mantenernos sanos y con los pies en la tierra es parte de nuestra responsabilidad como adultos, aun sintiendo la tentación de pensar y actuar de otra manera. Y es que los niños necesitan a sus progenitores más que nunca y las responsabilidades del trabajo continúan estando ahí. McWade hace una diferenciación entre la definición los consejos para mantener la cordura durante un divorcio, según si se es la persona que inició el divorcio o no. El estado emocional y las perspectivas son muy diferentes según en el lado que uno esté, estas son algunas sugerencias para cada perspectiva.
Para la persona que inicia el divorcio:
1. Darse cuenta de que se está emocionalmente más avanzado que la otra parte. Por lo general, el cónyuge que haya iniciado el proceso ha considerado esta decisión durante algún tiempo antes de que anunciarlo a su cónyuge.
2. Recordar que el rechazo es siempre una experiencia negativa. A pesar de que puede haber habido debate sobre el hecho de que el matrimonio no esté funcionando bien, la esperanza de mejorar en el futuro suele estar presente y el anuncio inicial del divorcio se vive como un shock.
3. Anticiparse a los cambios. Su pareja tendrá sus propias necesidades, por lo que ninguno consigue todo lo que quiere. La expectativa de que la vida será la misma después de divorcio, con la excepción de que la pareja ya no estará presente, no es realista. Para matrimonios de mayor duración, las propiedades se repartirán y el tiempo de los niños será compartido con el otro progenitor. Y los niños tendrán sus propias formas únicas y sorprendentes de reaccionar.
4. Estar preparado para emociones contradictorias. El divorcio es una transición en la vida con grandes sorpresas a lo largo del camino. Incluso si una persona quiere el divorcio, los sentimientos de pérdida son inevitables. Las personas que ya esté inmersas en una nueva relación puede que no se den cuenta de esto al principio, pero deshacer una relación significativa es doloroso.
5. Permitir que los hijos se adapten a la separación durante al menos un año antes de introducir a una nueva pareja. Introducir a una nueva persona antes de que el acuerdo de separación se ha firmado puede causar estragos en las negociaciones del divorcio y va a ser doloroso para los niños. La felicidad del adulto implicado acerca de la nueva persona en su vida no significa que los niños también serán felices con ello.
Para la persona que NO inicia el divorcio:
1. Entender que su pareja ha tenido tiempo para hacerse a la idea del divorcio, después de haber pensado mucho antes de anunciarlo. Uno puede preguntarse cómo la otra parte puede estar bien cuando uno se siente tan mal, pero mejorar es solo cuestión de tiempo.
2. Tener en cuenta que los hombres y las mujeres se divorcian de manera diferente. Los hombres son pragmáticos. Por lo general, se centran en conseguir el mejor acuerdo que puedan obtener. Las mujeres experimentan el acuerdo como un indicador del valor que tienen para su pareja. A menudo les sorprenden y afectan las propuestas de su pareja.
3. Concentrarse en uno mismo y evitar lo más posible complicarse preguntándose cómo está la otra parte, qué hace, con quién está, etc. Esto dará lugar a sentirse víctima y a depresión. Centrarse en su lugar en lo que uno puede hacer por sí mismo y por sus hijos. Leer un libro, escuchar música, hacer ejercicio, leer cuentos a los niños, hacerse voluntario de una organización, etc. No se aislarse. Unirse a grupos en los que se compartan intereses, probar cosas nuevas.
4. Recordar que los niños le necesitan. Ellos todavía necesitan progenitores que funcionen incluso si uno está muy enfadado o triste. Comunicarles que su malestar es temporal y que pronto se sentirá mejor. Eso les dará esperanza de que el futuro será mejor. Cuidar de sí mismo y encontrar apoyo. Llamar a instituciones locales para encontrar un grupo de apoyo de divorcio. Leer la literatura de apoyo.
5. Tratar de no hablar mal de la parte que se fue. Un error común es que el que abandona la casa, abandona tanto al cónyuge y como a los hijos. Por lo general, esa interpretación no es correcta y perjudica a los niños. La persona ha dejado el matrimonio, no a los niños y, de hecho, ni siquiera a su cónyuge por completo. La relación ha cambiado, pero una relación de co-parentalidad durará para siempre.
Deja una respuesta