Get Adobe Flash player

Medidas económicas después de un divorcio

Especialmente cuando nos acabamos de divorciar y nuestra situación económica ha cambiado, es recomendable tomarse algún tiempo para familiarizarse con la nueva situación y tomar medidas para adaptarse a las nuevas circunstancias económicas.

El primer paso consiste en centrarse y organizarse, haciendo copias de todos los papeles importantes que hayan surgido del arreglo de divorcio y poniéndolos en un lugar seguro.

El segundo paso consiste en elaborar un presupuesto familiar. Se trata de tomarse el tiempo para sentarse, hacer un balance de gastos e ingresos y recogerlo por escrito. Para ello, revisar los extractos de tarjetas de crédito, las facturas y los estados de cuentas de los meses anteriores para usarlos como guía para establecer sus costumbres de gasto y así poder hacer una estimación de cuánto serán las nuevas facturas. Asimismo, preparar una estimación de sus ingresos mensuales, incluyendo solo los ingresos reales, no los potenciales. Si se tiene asignada una pensión asociada al divorcio incluirla solo si se tiene la confianza de que su cónyuge la pagará. Por último, contrastar las entradas y las salidas e identificar si ya se puede contar con una economía equilibrada que solo necesite ser optimizada, o si por el contrario se gasta más de lo que se ingresa y se hace necesario hacer ajustes.  Como parte del balance de la situación económica actual, también habrá que tener en cuenta cualquier ganancia resultante del acuerdo de divorcio.

El tercer paso, una vez hecho el balance y el análisis, consiste en ponernos metas económicas, bien sea el conseguir el aumento de determinados ingresos, o la reducción de determinados gastos o bien el ahorro de una determinada cantidad de dinero con el objetivo de invertirlo (por ejemplo en algo para la casa o en unas vacaciones) o de ahorrarlo para tener un respaldo en caso de algún contratiempo o emergencia.

Por último, el cuarto paso consiste en regirse por el presupuesto fijado. En algunas ocasiones, el presupuesto se ve alterado por un factor externo, algún gasto necesario y extraordinario que no habíamos previsto y al que hay que hacer frente inevitablemente. Sin embargo, en otras muchas ocasiones el mayor desafío parte de dentro y consiste en controlar el impulso de gastar en cosas no previstas e innecesarias. En los casos en los que surgen gastos que no estaban contemplados, el reto se basa en ser capaz de reajustar el presupuesto de manera óptima.

Si bien en tiempos de abundancia económica el presupuesto puede pasarse por alto, puesto que podremos partir de que nuestros gastos  no superarán los ingresos; en tiempos de crisis el presupuesto familiar puede convertirse en una herramienta de supervivencia.

http://www.feriadeldivorcio.com/2012/01/09/medidas-economicas-despues-de-un-divorcio/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *