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¿El miedo al divorcio está evitando que las parejas se casen?

Muchas veces se dice que el matrimonio es una institución feminista, construida para ofrecer protección legal a las mujeres y así evitar el abandono de los hombres, que buscan ir con alguien más. Está es una visión un poco antigua, formulada en una época en la que el hogar y los hijos eran el horizonte de la mujer. Además, un nuevo estudio sugiere que generalmente son las mujeres, en vez de los hombres, las que ven el matrimonio como una trampa. 

En una encuesta realizada a 61 parejas entre los 18 y 36 años de edad, en la Universidad de Columbus Ohio, en Estados Unidos. Investigadores de la Universidad de Cornell y de Central Oklahoma, encontraron que las mujeres, particularmente aquellas con un ingreso bajo, estaban preocupadas acerca de estar atrapadas en un matrimonio y no tener ningún salida en caso de que la relación empeorará. Los participantes de la encuesta, también revelaron que tenían serias preocupaciones acerca del divorcio: cerca del 67% dijo estar preocupado por el potencial social, emocional y económico de la separación. Los investigadores sugieren que está, es una de las razones por la cual las parejas habían elegido vivir juntos sin casarse. Lo que muestra, que las parejas jóvenes tienden a pensar que la agitación legal y financiera causada por el divorcio, no valía lo suficiente como para correr el riesgo de casarse. 

El estudio publicado en la revista Journal of Family Relations en el mes de diciembre, es uno de los muchos en las recientes semanas, en examinar la disminuida taza de matrimonio en Estados Unidos. Según un análisis del Centro de Investigaciones Pew, un poco más de la mitad de los adultos estadounidenses son casados, la taza más baja en décadas. Esto se debe a que muchas personas se casan más grandes y también a que las tazas de vivir en pareja están creciendo. El estudio sugiere que el divorcio, tiene una fuerte presencia en la mente de las parejas. 

El divorcio no ofrece las mismas igualdades. Las mueres de clase media tenían menos miedo a este compromiso, que las parejas de ingreso bajo. Las mujeres de escasos recursos tienden a sentir que el matrimonio es una trampa, muchas reportaron tener miedo de que la unión legal podría derivar en trabajo y responsabilidades extra de su parte, sin ningún beneficio adicional. “Las participantes de clase media acertaron de manera desproporcionada que el matrimonio significa compromiso, algo que veían como una característica positiva de la institución,” escribieron los autores. “Cuando las mujeres de clase trabajadora hacían referencia al compromiso, no lo veían como algo tan positivo.”

Para estas mujeres los beneficios del matrimonio eran menores, tendrían una persona extra a la cual cuidar pero no alguien que les aporte. Ya que las mujeres de clase trabajadora generalmente son la principal fuente de ingreso, eran más propensas a preocuparse de que el matrimonio sería más costoso y difícil de dejar. Así que prefieren referirse a su relación como algo no permanente. A pesar de que los sueldos de los hombres de clase trabajadora no han disminuido con el paso de los años, los estudios muestran que todavía tienen visiones muy rígidas acerca del rol del hombre y la mujer en el hogar. 

Diferentes estudios han demostrado que las parejas con un poder adquisitivo alto, utilizan el vivir juntos como un puente para seguir a la vida de casados, mientras que aquellas con bajos ingresos son más propensas a vivir juntos durante mucho tiempo. Esto puede ser debido a que las parejas con pocos ingresos, generalmente les falta la estabilidad financiera que brinda la seguridad para casarse. También se debe a que tienen pocos prospectos de trabajo, lo que significa que en algún momento deben separarse para buscar empleo. 

En algunos casos, las circunstancias financieras son las que provocan la situación de vivir juntos, en vez de casarse y construir un vida los dos en pareja. El estudio sugiere que no es el hecho de que las personas ya no quieren casarse, sino que desean casarse una sola vez.

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