Un de los momentos clave de un hombre para visitar un centro de medicina estética es tras un divorcio, para prepararse para salir al mercado.

Según las estadísticas de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) se ha advertido un crecimiento importante del interés masculino por los procedimientos estéticos. Hace unos años no llegaban al 10% del total de pacientes y hoy ya suponen un 30%, una demanda que, además, va en aumento, y afecta a todas las edades.

De esta forma, no son solo las mujeres las que cambian el diván del psicoanalista por el gabinete de belleza. Según ha asegurado recientemente la doctora Petra Vega, secretaria de la SEME y coordinadora de su comité científico, en declaraciones a los medios con motivo de la celebración del 9º Congreso Europeo de la Unión Internacional de Medicina Estética, los hombres acuden a un centro de medicina estética en dos momentos de sus vidas, de acuerdo con El Mundo. Un momento clave para que el hombre decida acudir a uno de estos gabinetes es cuando ve amenazado su puesto de trabajo o se quedan sin empleo. La otra circunstancia que le mueve a dejarse someter a un tratamiento de medicina estética es la etapa tras su divorcio. Según Vega, el interés del hombre en tal momento consiste en prepararse “para salir al mercado”.