¿Una boda «de princesa» es preludio de divorcio?
Thomas Carlyle, defensor en el siglo XIX del vasallaje y la esclavitud, famosamente apodó a la economía “la ciencia lúgubre”. Para probar que estaba equivocado, profesores de economía en décadas recientes han abordado temas provocadores y candentes, como la relación entre el aborto legal y las ETS, entre las ganancias en las partidas de póker y los recibos de cenas, entre la revolución sexual y las bodas de última hora, sin mencionar los múltiples libros sobre temas bizarros de los autores de “Freakonomics”.
Recientemente, dos profesores de economía en la Emory University decidieron explorar la asociación entre lo que se gasta en una boda (incluyendo el precio del anillo de compromiso) y la duración de los matrimonios, entre más de 3.000 encuestados que han estado alguna vez casados.
¿El brillante que costó dos meses de sueldo y una boda de cuento garantizan un final feliz? Sus hallazgos son intrigantes. Aunque se negaron a especular en el artículo, “A Diamond Is Forever and Other Fairy Tales: The Relationship between Wedding Expenses and Marriage Duration”, ofrecieron posibles explicaciones a sus descubrimientos a un periodista de la CNN:
“Podría ser que las parejas que tienen… (bodas baratas) son el tipo de pareja perfecta el uno al otro”, dijo el Profesor Hugo M. Mialon, coautor del estudio con Andrew M. Francis.
“O podría ser que tener bodas no caras alivia a las jóvenes parejas de cargas económicas que podrían tensar su matrimonio”, dijo.
Personalmente no veo ninguna conexión entre “una boda barata” y “una pareja perfecta”, pero es verdad que comenzar la vida matrimonial con una deuda masiva proveniente de una boda espectacular puede añadir tensión a la adaptación que implica una vida en común, especialmente si la parte espectacular fue idea de ella y él ahora se enfrenta a regañadientes a un año de sumisión para pagar los penosos excesos que no significaron nada para él.
Pero esta no es la razón principal del porqué las celebraciones baratas con muchos, muchos invitados están asociadas a matrimonios más perdurables, mientas que las bodas que cuestan más de 20.000 dólares están asociadas a un mayor riesgo de disolución del matrimonio.
Esta cita de autor desconocido da a entender, según yo, la razón que subyace en los hallazgos de los economistas:
Soñé con una boda de una gran elegancia, una iglesia llena de familia y amigos. Le pregunté a él qué tipo de boda deseaba. Y él dijo, una que me haga tu esposo.
¡Ay! ¿La industria de las bodas tiene la culpa de las inapropiadas prioridades que impulsa el precio promedio de una boda (para una encuesta anual por theknot.com) de 29.858 dólares en 2013? Los autores citan el impacto del eslogan De Beers “un diamante es para siempre” y fotos de cuentos de hadas en la revista “Bride” por redefinir lo que las novias esperan de los anillos de compromiso y las bodas.
La publicidad ciertamente contribuye al crecimiento en Estados Unidos de los ingresos en la industria de las bodas, que superaron los 50.000 millones de dólares en 2014. Pero es como preguntar: ¿Qué es primero, las divas de la boda o David Tutera? Un par de episodios de “Una boda perfecta” son suficientes para ver que su papel sólo es hacer que las fantasías de los clientes respecto a sus bodas se haga realidad.
A continuación algunos de los descubrimientos de los autores:
Según estos hombres, “gastar entre 2,000 y 4,000 dólares en un anillo de compromiso está asociado con 1.3 veces mayor riesgo de divorcio comparado a gastar entre 500 y 2,000 dólares”. Sin embargo, comprar un anillo que cuesta más de 8,000 dólares disminuye significativamente el riesgo de divorcio para ambos, hombres y mujeres. Uno se sentiría tentado a concluir que un costoso anillo es evidencia de no tener preocupaciones económicas y que eso es la causa de matrimonios más duraderos. Pero cuando miramos los costos de una boda, encontramos la proporción contraria entre la cantidad gastada en la boda y la duración del matrimonio.
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